20 de abril de 2024

En Nicaragua quieren calma y preparan diálogo

Nicaragua intentó ayer volver a la normalidad, luego de que el gobierno confirmó que estaría dispuesto a tener un diálogo con los empresarios y la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) accedió a asistir “en carácter de mediador y testigo”.

Un comunicado leído en rueda de prensa por el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la CEN, señaló que los religiosos aceptan la propuesta de Ortega “ante las gravísimas situaciones que ha vivido la nación y que se agudizaron en la última semana”.

Para facilitar el clima de diálogo, consideramos esencial e imperativo que tanto el gobierno como cada miembro de la sociedad civil evite todo acto de violencia, de irrespeto a la  propiedad pública y privada (…) y que prevalezca un clima sereno y de absoluto respeto a la vida humana”, advirtió.

Daniel Ortega y la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo agradecieron a Brenes y la Conferencia Episcopal por aceptar participar en el diálogo, para el cual, sin embargo, no hay fecha ni se sabe quiénes participarán.

El empresario José Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), dijo que las condiciones ahora son favorables para un diálogo, pues no ha habido actos de represión desde el domingo, se liberó a los presos y se levantó la censura al último canal de televisión bloqueado.

Nosotros habíamos señalado como condiciones para sentarnos que haya libertad de expresión, libertad de movilización, libertad de presos (…) Eso se ha dado, ahora estamos esperando que la Conferencia Episcopal tome la decisión (de convocar el diálogo)”, dijo Aguerri.

La CEN anunció que recibirá propuestas de la población para presentarlas en el diálogo, afirmó el cardenal Leopoldo Brenes. Esta decisión es relevante debido a que los miles de manifestantes, denominados “autoconvocados” por no tener líder, no ven con buenos ojos un diálogo de dos sectores que no los representan, como son el gobierno y los empresarios.

ACUSAN VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS

Mientras Nicaragua evaluaba el diálogo nacional, el número de víctimas fatales se incrementaba a 34, muchos de ellos estudiantes, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

La directora del Cenidh, Vilma Núñez, responsabilizó al presidente Daniel Ortega de lo que definió como una “masacre estudiantil” y aseguró que “la masacre perpetrada” fue “más perversa” que la de Luis Somoza en 1959.

Aquí Ortega utilizó a la propia población para reprimir y matarse”, explicó.

Ayer, de acuerdo a la Presa de Nicaragua, las marchas se mantenían exigiendo la liberación de los estudiantes presos.

Los ciudadanos marcharon desde la Universidad Centroamericana hacia una estación de auxilio judicial conocida como El Chipote.

A medida que pasan los días las denuncias por  la violación de los derechos humanos a quienes fueron detenidos en las manifestaciones, que iniciaron el 18 de abril, seguían creciendo.

REGRESAN A LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS

Nicaragua intentó ayer regresar a la normalidad, luego de que el gobierno confirmara estar dispuesto a un diálogo con los empresarios.

Después de varios días de manifestaciones, enfrentamientos con la policía, saqueos y caos, las calles, despejadas de obstáculos, volvieron a llenarse de automóviles y el transporte público era menos escaso ayer en Managua, mientras trabajadores de la alcaldía local reparaban las vías donde los manifestantes erigieron barricadas.

El comercio volvió a abrir sus puertas por la mañana, tras sufrir el ataque de saqueadores relacionados con organizaciones afines a Ortega.

En los mercados populares los comerciantes pintaron grafitis en rechazo a “los ladrones”, en referencia a la organización oficialista Juventud Sandinista, a quienes acusan de haber sembrado el caos durante las protestas, para inculpar a los manifestantes.

Sin embargo, el regreso a clases, tras haber sido suspendidas el viernes, no atrajo al total de estudiantes esperados en las escuelas, ya que no todos los padres de familia se mostraron convencidos de que la crisis ha sido superada.

La vicepresidenta, Rosario Murillo, informó que el promedio nacional de asistencia a las clases tras la reapertura de los centros educativos, luego de las protestas registradas en el país, fue del 73.9 por ciento.

Ésta es una clara demostración de que (…) en general, el pueblo nicaragüense quiere normalidad, tranquilidad, seguridad, paz, retorno a la calma y a la serenidad. Eso es lo que nuestro pueblo quiere, así es como nuestro pueblo se manifiesta”, señaló la primera dama.

Por: Excélsior

 

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