16 de abril de 2024

Oaxaca, cementerio de tortugas; nadie investiga la muerte masiva

La mayoría de las tortugas golfinas que murieron en Oaxaca, atrapadas en una red de pesca ilegal, eran hembras adultas que buscaban llegar a la playa para desovar.

Tomando en cuenta las corrientes marinas y el lugar donde salió a flote el trasmallo con los más de 300 cadáveres, los ejemplares que terminaron ahogados en aguas del Océano Pacífico, intentaban regresar a depositar sus huevos al santuario La Escobilla, que ocupa el primer lugar a nivel mundial en anidadas, con aproximadamente un millón por temporada.

La distancia que existe entre La Escobilla, que en el papel es un Área Natural Protegida, y la playa de Barra de Navidad, donde aparecieron los restos de las tortugas, es de 72 kilómetros en línea recta, lo que se estima recorrió en ocho días la también llamada red agallera, —porque se atora en las agallas o branquias de los peces— desde el municipio de Santa María Tonameca hasta el municipio de San Pedro Colotepec.

José Antonio Ramírez García, coordinador de Protección Civil de San Pedro Mixtepec, fue quien el pasado 28 de agosto recibió el reporte de que pescadores de Puerto Escondido habían encontrado cientos de tortugas enmalladas.

“Procedimos a trasladarnos al lugar llevando cuchillos, pensando en que las tortugas sólo estaban atrapadas y había que soltarlas”, recordó.

Pero cuando llegaron al punto indicado, descubrieron que las tortugas estaban muertas, excepto una, que se alejó nadando al ser liberada.

Pedro Gasca Martínez, coordinador estatal de la organización Sea Shepherd México, lamentó la nula participación de personal de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).

“Es una vergüenza, porque gente de Conapesca llegó (…) se tomó la foto y se fue”, denunció el activista.

Después de que los restos fueron remolcados en lanchas hasta la orilla, voluntarios los acercaron para que maquinaria pesada los depositara en dos fosas cavadas en la arena.

En un recorrido realizado por la playa Barra de Navidad, pudimos constatar que el mar continúa expulsando tortugas muertas hacia la orilla.

Nadie investiga

Aunque la promesa de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente fue que presentaría una denuncia penal por la muerte de las tortugas, y se investigaría hasta dar con los responsables, nadie ha sido citado a declarar, ni los pescadores que hallaron la red ni los funcionarios municipales que acudieron a atender la emergencia.

Por: Excélsior

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