José Antonio Molina Farro
La esperanza le ganó al miedo. Somos más cuando estamos juntos
Gabriel Boric, joven diputado de 35 años y abanderado del Frente Amplio y del Partido Comunista de Chile, fue electo presidente para el periodo 2022-2026. Hay escepticismo de talentosos amigos y colegas que no han tenido empacho en demonizarlo, algunos por prejuicios ideológicos y otros por genuina convicción. Incluso hay quienes lo descalifican, ex ante, por la solidaridad expresada por gobiernos populistas y dictatoriales de izquierda. Yo abrigo la convicción del advenimiento de una izquierda renovada, con un camino propio y una visión de gobierno incluyente y tolerante, de suma positiva y convocatoria para un crecimiento con la participación de todos, sin filias ni fobias ideológicas.
Nada en su trayectoria política y pública me hace concebir a Gabriel Boric como un ultraizquierdista fanático, cegado por dogmas decimonónicos y encapsulado en las fantasías de su propio mundo. Egresado de Derecho y con una sólida formación parlamentaria, su discurso de tan sólo 30 minutos, fue de conciliación y en defensa de una prensa libre como fundamento esencial de la democracia. Habló de crecimiento económico distributivo, los derechos de las mujeres, el medio ambiente y los animales. Recojo algunos fragmentos que me parecen esenciales. Vamos por un Estado eficaz, imparcial y justo.
Convencido de la importancia de construir puentes, reconoció a su opositor José Antonio Cas, ubicado en el otro polo ideológico, es la suma de todos para que nuestros compatriotas podamos vivir mejor. El futuro de Chile nos necesita a todos. La historia no inicia con nosotros. Subrayo que no es cosa menor que reconozca avances del pasado. Somos herederos de una larga tradición histórica, la de quienes desde diferentes posiciones han buscado incansablemente la justicia, la ampliación de la democracia, la protección de las libertades, la defensa de los derechos humanos. Seré el presidente de todas y todos los chilenos.
Habló de un país joven como Estado nación, con apenas dos siglos de vida que enfrenta retos difíciles por delante. Un crecimiento económico que se cimenta en la desigualdad profunda tiene pies de barro, y sólo con cohesión social, reencontrándonos y compartiendo un piso común, podremos avanzar hacia un desarrollo sostenido que incluya a cada familia, y también a las Pymes que con tanto esfuerzo levantan hombres y mujeres honradas a lo largo de todo Chile. Desestabilizar a las instituciones democráticas conduce al reino del abuso Mi compromiso es cuidar la democracia todos los días de nuestro gobierno Los avances sustantivos para ser sólidos requieren de acuerdos amplios y graduales para ser duraderos. El respeto y la defensa de los derechos humanos es compromiso ineludible. Una salud que no discrimine entre ricos y pobres ¡Cómo es posible que en regiones no haya especialistas para atender a niños enfermos de cáncer! Y las listas de espera sean tan largas que llevan a la muerte a muchos compatriotas esperando Crecimiento y distribución justa de la riqueza van de la mano.
Habló también de fortalecer la educación pública y combatir el machismo y la herencia patriarcal. Un Chile libre de narcotraficantes y recuperar los espacios públicos. Insistió en la prioridad de preservar el medio ambiente, el cambio climático no es una invención, dijo pondrá especial atención para evitar la destrucción de microsistemas y el agotamiento del agua por la avaricia de unos pocos o por un equivocado concepto de desarrollo Vamos por un desarrollo económico compatible con el medio ambiente y discutido con la gente Mi compromiso es por más democracia y defender el proceso constituyente como una carta de encuentro y no de división. Por convicción y necesidad avanzar en equipo, no nos encerraremos en una trinchera, hay que acercarnos, conversar con los que piensan diferente, con las y los trabajadores y la cooperación con el mundo empresarial, con un Congreso equilibrado. Encontrarán a un presidente abierto a escuchar e incorporar distintas posiciones. No hablaré conmigo mismo, seré un presidente que escuche, más de lo que habla.
Cierto es que del dicho al hecho hay mucho trecho, pero ante el fracaso del modelo neoliberal para combatir la desigualdad, la exclusión, la pobreza y la violencia, y detonar un crecimiento económico sostenido, con justicia social, lo menos que merece este joven presidente es el beneficio de la duda.
Salvador Allende. El dogmatismo, el sectarismo, debe ser combatido. La lucha ideológica debe llevarse a niveles superiores, pero la discusión para esclarecer, no para imponer determinadas posiciones. Discurso en la Universidad de Guadalajara.
