28 de marzo de 2024

Daña al federalismo, el recorte de recursos a Chihuahua

En un auténtico sistema federalista, las participaciones y recursos que deben entregarse a los estados federados que integran el pacto, son distribuidas de manera proporcional a su contribución, bajo los principios de equidad e igualdad, de tal forma que, quien más aporta, más recibe, sin regateos ni exceso de discrecionalidad en su asignación, destacó Maclovio Murillo, consejero jurídico del Gobierno del estado.

Indicó que en la entrega de recursos en un sistema federalista la “actividad se realiza bajo parámetros que tratan de privilegiar la sana y justa convivencia entre las diversas entidades que, aún con independencia y autonomía propia e inclusive cierta dosis de soberanía, han decidido unirse entre sí, para conformar un estado más grande y más fuerte, conformado por varias entidades.  Ese es el propósito fundamental de la unión: ‘For-ta-le-cer-se’”.

Estimó que “en México el federalismo no ha sido bien entendido por los gobiernos priistas, conforme a sus principios esenciales, y más bien lo han hecho añicos a su conveniencia, debido a que, los recursos a cada estado, no se asignan objetivamente, bajo parámetros de igualdad, equidad y proporcionalidad”.

Consideró que “el PRI ya dejó de ser el partido hegemónico y ahora comparte el poder, co-gobernando en algunos estados del país, lo cierto es que los Gobernadores siguen siendo tratados bajo criterios subjetivos  y sin equidad, por las autoridades federales de primer orden, sobre todo cuando se trata de aquellos que obtuvieron su cargo habiendo sido postulados por un partido distinto al PRI, o cuando ya les resultan inconvenientes a ese partido (a muchos los han hecho renunciar hasta porque no se ganan las elecciones para el PRI)”.

Puntualizó que “la chequera de la Secretaria de Hacienda, sigue usándose como un medio de control político, donde los recursos no se entregan con base a los principios de una sana distribución equitativa y proporcional de las asignaciones, sino exclusivamente con base al grado de amistad y afinidad con las autoridades centrales, sobre todo cuando se trata de partidas especiales cuyo objetivo es el saneamiento financiero, las cuales se otorgan con una oprobiosa discrecionalidad”.

Por lo que mencionó “de esa manera, los estados federados pierden soberanía, autonomía e independencia, pues si no se ajustan a los designios del Presidente de la República (aunque en el fondo se les pida que traicionen la porción poblacional que representan) se les castiga con ‘moches’ en sus ingresos, haciéndoles la vida imposible y dejándolos sin posibilidades de realizar obra pública suficiente, proyectando así mala imagen al interior de su estado. Y de lo contrario, si se muestran colaboradores, por ejemplo, en la tarea desviar recursos ilegalmente a las campañas del PRI, se les premia con más y más asignaciones para que no solamente realicen obra pública y den una apariencia de abundancia y prosperidad que luego se refleje en saldos electorales positivos, sino también, para que, al haber más, puedan sustraer más, ilícitamente”.

Comentó que se lleva a cabo “un juego rotundamente perverso, sin duda alguna.   Lo anterior viene al caso ahora que el Secretario de Hacienda Federal,  ha declarado en medios que, los recursos derivados de tres  convenios por los cuales se obligó a entregar más de 780 millones de pesos a Chihuahua, que eran adicionales a  sus participaciones ordinarias,  y que se pactaron hasta el 14 de Diciembre de 2017,  para ser entregados antes de finalizar el año fiscal, se incumplieron en primer término bajo el pretexto de que » falló la recaudación» y se produjo una falta de recursos”.

Y después, “cuando supuestamente, solo en unos pocos días, ya se tuvieron los recursos, no se transfirieron debido a que, el número de cuenta proporcionado para recibir la transferencia, no era el correcto”.

Es claro que, los pretextos son útiles solo cuando no se quiere cumplir con una obligación, pero en este caso,  no dejan de ser meros pretextos infantiles, torpes e impertinentes, para ocultar la verdadera intención que subyace en el fondo del asunto y obviamente era castigar a Chihuahua por el pecado de que su gobernador tuvo la osadía de impulsar a la Fiscalía General del Estado a que investigara casos de corrupción política que implican a singulares priistas, como Alejandro, (a) ‘La Coneja Gutiérrez’, cuyo encarcelamiento le duele no sólo a Beltrones y a Meade, sino también a otros actores de gran jerarquía en el entramado político nacional,  al grado de  inventar y difundir, sin que sea cierto, rumores pueriles en el sentido que se le ha torturado para que  colabore en la delación de sus cómplices, lo cual, es un verdadero sofisma creado solo para desprestigiar y tratar de obtener la impunidad para los que desde la comodidad del poder, actúan como verdaderos delincuentes de cuello blanco.

Por: Excélsior

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