A cinco días del segundo debate presidencial, Ana Laura López, mexicana deportada de los Estados Unidos y cuya historia fue citada por Ricardo Anaya, ha sido desalojada del taller de serigrafía donde trabaja con otros 11 deportados para poder mantenerse, siete de los cuales pernoctan en el mismo taller.
El dueño del espacio, a raíz de todo esto, nos pidió que nos fuéramos de aquí, no entiendo por qué, no tiene sentido; me duele ver este país dividido e insensible, comentó Ana a Excélsior, medio al que ofreció una entrevista en el taller, sede de su colectivo Deportados Unidos en la Lucha, ubicado en la colonia Santa María la Ribera.
Acordamos (con el dueño) una fecha del 31 de julio, teníamos ya una fecha porque ya nos habían pedido el lugar en septiembre, pero a raíz de todo esto, viene y me dicen que lo más pronto posible, agregó.
Ana Laura pide apoyo para encontrar un nuevo local y un dueño que entienda que la función va más allá de un taller de serigrafía común, pues da techo y alimento a los recién deportados quienes no tienen ni papeles y se les dificulta la tarea de encontrar empleo.
No tenemos a donde ir, yo creo que es importante que la gente vea lo que está pasando; algunos de los chicos les tuve que pedir que busquen donde acomodarse, el único que se va con nosotros es Salvador que es el que tiene menos tiempo con nosotros va para un mes y aparte usa silla de ruedas, relató.
Ana es madre de dos hijos menores de edad que continúan en los Estados Unidos, país al que no podrá regresar en al menos 20 años.
EL ENCUENTRO CON ANAYA
El pasado 15 de mayo, Ana se entrevistó con Ricardo Anaya cuando este acudió a visitar el taller y colectivo. Ese día le entregaron la agenda migrante, un documento firmado por más de 600 organizaciones de México y Estados.
Durante el encuentro, Ana Laura le contó su historia de deportación al candidato de la coalición Por México al Frente. Una deportación poco común, pues no paso por detención, sino que, en 25 minutos, ella estaba camino a la Ciudad de México en un vuelo comercial.
No fue esposada, ni tampoco llegó en un costal entrando por la puerta N de la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, como la mayoría de sus compañeros. Esto se lo contó al candidato, pero él, al retomar su historia en el debate, aseguró que Laura había llegado esposada y que le había entregado (a él) su costal; pero a Ana Laura esto no le parece una mentira.
No mintió, realmente todos los elementos que mencionó son verdad, la única confusión, que yo le llamaría confusión, es que yo no llegué esposada, no llegué con costal , pero eso no significa que no sean elementos claves en una deportación, señala Ana Laura.
Anaya fue el único que asistió, pero la agenda migrante también se la entregaron personalmente a Jaime Rodríguez Calderón, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade. El dueño consideró que la visita del candidato del Frente por México fue un acto a favor de él.
Nos dijo que aquí no era para hacer actos políticos, yo le dije que esto no era un acto político, que era un acercamiento nada más, porque nosotros somos apartidistas, no estábamos promocionando ningún candidato, no estábamos alentando ninguna campaña, solamente estábamos pidiendo que los candidatos se interesaran en conocer la situación de los migrantes, asegura Ana Laura.
No hay vuelta atrás, ahora, el Colectivo deberá buscar un sitio a dónde mudarse, pero confían en que tendrán el apoyo de la comunidad para seguir buscando los productos que venden y fabrican en su taller.
Si nosotros tenemos trabajo no le pedimos nada a nadie, nos ayudan comprando las playeras Deportados Brand, comprando también las deportaguas, deportacos de canasta, teniendo trabajo no le pedimos nada a nadie, pero de la manera que si nos podrían ayudar es encontrar un local donde nosotros pudiéramos mudarnos, expresó.
Vía Excélsior
