Tanto el mármol como el granito son materiales muy apreciados para la decoración del hogar y de oficinas, debido a su belleza, elegancia y prestancia. No obstante, es importante efectuar un mantenimiento regular de las superficies elaboradas con estos materiales a fin de mantenerles condiciones óptimas de uso. Te invitamos a aprender un poco sobre las características de estos maravillosos materiales, los métodos de mantenimiento utilizados y sus usos en decoración.
El mármol y granito: sus características y tipos
La piedra de mármol es la consecuencia de un largo proceso de desarrollo geológico. Su aspecto final es el resultado de una compleja gama de interacciones entre agentes físicos y químicos terrestres, que han actuado sobre ella durante millones de años hasta darle su forma actual. Por ejemplo, un conjunto de impurezas quedan atrapadas dentro de la piedra, y con el pasar del tiempo devienen en hermosas vetas que hacen de este material una opción ideal para la decoración de diversos espacios.
Aunque los colores quizás más comunes o conocidos son el blanco, crema y rosa, hay muchos tipos de mármol según su color, entre los que destacan el verde, negro, amarillo, rojo y café.
Por otro lado, el granito se considera una roca ígnea, es decir que es resultado de la actividad volcánica directa. Esta se forma cuando el magma sufre un proceso de enfriamiento progresivo bajo la superficie terrestre. Por lo general está formada por cuarzo, entre un 10% y 50% de su composición total, así como por feldespato.
Los tipos de granito que podemos encontrar en el mercado varían entonces ampliamente en base a su dureza, porosidad, densidad y aspecto estético. Los colores de la piedra de granito varían generalmente dependiendo de la región de donde se extrae. Podemos encontrar una amplia gama de ellos, entre los que destacan el blanco, rosado, azul, verde, negro, rojizo y crema. Generalmente el granito de colores verde y rojizo tiende a ser más impermeable que los otros tipos.
El proceso de desbastado: ¿Qué es?
El desbastado de suelos consiste en remover una capa antigua y deteriorada del mismo, mediante un proceso de lijado o raspado. Ello se efectúa a través de una máquina de aspecto un tanto similar a una pulidora, con la diferencia de que ésta servirá para lijar la superficie, a fin de que las capas inferiores no afectadas por el desgaste que provoca el uso cotidiano salgan a la superficie como una capa nueva, sin porosidades, desgaste o deterioro. Luego a esta nueva capa se le somete a un proceso de pulido de pisos, renovando nuestro piso.
Hay dos opciones para efectuar el desbastado con las llamadas desbastadoras planetarias, desde el punto de vista de las herramientas a utilizar: los discos de piedra de esmeril o de copa de diamante. La principal diferencia entre ambas está en la rapidez con la que cada una permite efectuar el trabajo. Dependiendo de la extensión superficial del piso, el proceso puede tomar hasta tres horas cuando se usan discos de piedra de esmeril, o tan sólo una hora si se utilizan discos de diamante, aunque cabe señalar que estos últimos tienden a ser más caros.
Las etapas: desbastado, pulitura y abrillantado
El primer proceso de desbastado debe efectuarse luego de la instalación del piso, sobre todo en el caso del mármol y del granito, ya que de esa forma se podrá eliminar la porosidad a través del lijado se logra sellar la superficie del material- que permite la entrada de líquidos y por lo tanto la aparición de manchas. El proceso de desbastado puede acompañarse de algún agente químico o efectuarse en seco, no obstante, muchos modelos de desbastadoras tienen la opción de liberar agua durante el proceso de lijado, a fin de neutralizar el polvo que se genera y evitar que se esparza en el aire.
En segundo lugar, se efectuará el proceso de pulitura. En el caso del pulido de mármol se utilizan discos finos de lanilla, canela u otro material equivalente. Asimismo, se utiliza ácido oxálico como agente químico decapante, a la vez que se pasa la pulidora sobre el piso realizando movimientos circulares. Una vez concluida esta fase, se aplica un químico cristalizador, a fin de dar al mármol una capa brillante y dura para protegerlo.
En el caso del granito, debe humedecerse y limpiarse previamente la superficie, luego aplicar el agente químico y pulir con una máquina que utilice hojas de acero inoxidable, a baja velocidad.
Por último, se dará paso al proceso de abrillantado, según sean las necesidades y preferencias particulares del cliente. Pueden lograrse distintos niveles de brillo, desde un nivel mate, pasado por un nivel satinado, hasta uno propiamente brillante. El abrillantado permite aumentar el color natural del piso, dándole una tonalidad más intensa y un carácter más destacado.
El mantenimiento de los pisos de granito y mármol, su importancia
En general, sin importar qué tipo específico de piso se trate, es vital restaurar la piedra a su estado original cuando tiene demasiado tiempo sin pulirse o hacérsele mantenimiento, lo que se expresa en pérdida de brillo, manchas, rayas y otras formas de deterioro, causadas por el roce de los zapatos o como consecuencia de haber movido muebles pesados sin levantarlos del suelo.
A fin de mantener el mayor tiempo que sea posible la belleza de tu piso de mármol o granito, es importante usar una mopa seca de microfibra para su limpieza, la cual debe efectuarse preferiblemente todos los días. Luego, será suficiente con trapear el suelo usando agua simple solo una vez por semana, o en caso de que ocurra algún derramamiento de líquido. Se recomienda, tanto en el caso de los pisos de mármol como los de granito, no hacer uso de detergentes ni productos desengrasantes, ya que estas sustancias tienden a opacar la piedra natural.
A fin de dar mantener tus pisos de granito o mármol en óptimas condiciones, y darles el mejor acabado, recomendamos contratar a empresas profesionales del área, tales como Pulido de Pisos González. Sólo con los mejores profesionales del sector, podrás dar ese hermoso y lujoso acabado a tus pisos.
Recomendaciones a la hora de decorar tu casa u oficina con pisos de mármol y granito
El uso de mármol dará un toque sin igual a los espacios de la casa. Además de ser un elemento de lujo, este contribuye a generar una atmósfera de iluminación y buena amplitud en los espacios. El mármol blanco utilizado como piso por ejemplo, da un sentido de amplitud bastante notable a la sala de tu casa. Pero si además deseas darle al piso un exquisito contraste, puedes combinarlo con otros materiales como la madera. La tonalidad neutra del mármol, permite combinarlo con diversas tonalidades y colores, tanto en los muebles como en las paredes.
Las escaleras son consideradas por los decoradores y diseñadores como elementos que hay que tomar muy en cuenta a la hora de decorar nuestro hogar. El material que utilicemos para la fabricación de las escaleras por ejemplo, debe hacer juego con los otros materiales presentes en los espacios del hogar. Si nuestro piso es de mármol, se recomienda que las escaleras también lo sean, lo que dará una imagen homogénea a la decoración de la casa.
En lo que respecta al granito, debemos señalar que este tipo de pisos son una excelente opción para cocinas, baños y lavaderos, pero también puede resultar una gran elección en salas y comedores, así como en los llamados open plans, en el caso de las oficinas o casas muy amplias. De igual forma, las características de este material le permiten utilizarse en interiores y exteriores.
Para dar mayor belleza al piso de granito, éste puede utilizarse combinado con uno de mármol, o con diferentes granitos.
Si el granito es utilizado en baños, puede ir muy bien con muebles de madera, vintage o antiguos, para dar un estilo rústico al diseño del baño, a la vez sin perder elegancia y armonía en el diseño. Esta decoración puede complementarse con luces de color claro, a fin de darle una tonalidad suave y placentera a la atmósfera del espacio. De igual forma, también es importante elegir un color para las paredes, que combine con el color y diseño de granito que hemos escogido.
