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El nuevo etiquetado frontal no pretende satanizar ciertos alimentos, sino brindar información más clara a la población, quien podrá tomar la decisión de comprar o no.
Así lo afirmó Simón Barquera, director del Centro Nacional de Nutrición, quien explicó que el anterior etiquetado se basaba en 2 mil calorías al día; sin embargo, mucha gente, principalmente los niños, no las necesitan.
El etiquetado frontal permite que la gente, en pocos segundos pueda entender los contenidos calóricos.
Se habla de 90 gramos de azúcar al día, pero lo recomendable es menos.
Un envase de 600 mililítros de refresco aporta 60 gramos de azúcar, detalló el funcionario en la conferencia vespertina de salud.
El funcionario negó que se vaya a dañar a la industria de los alimentos, aunque aceptó que probablemente, los productos con más sellos se dejarán de consumir y los que sean más saludables se consumirán un poco más.
El nuevo etiquetado, que ya se puede ver en varios alientos, advierte de exceso de calorías, de sal y de grasas saturadas, detalló.
También se recomienda con el nuevo etiquetado, que no se den productos a los niños que contengan cafeína y endulcorantes, pues ambos pueden traer efectos nocivos como transtornos del sueño.
Aseguró que algunas empresas, una vez que se ha puesto en marcha el nuevo etiquetado, ya bajaron los contenidos de sodio de sus productos, lo cual ya redunda en un triunfo.
En Chila se demostró que la industria, con el solo etiquetado mejoraron el perfil de sus productos y esto lo estamos viendo aquí. También vamos a evaluar las campañas educativas en las escuelas.
