GMx
No se puede combatir el fuego con fuego, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para explicar la detención y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera El Chapo.
Sin mencionar al capturado en Culiacán, Sinaloa, por su nombre, indicó que los hechos de violencia comenzaron el jueves aproximadamente a las tres de la tarde.
Los integrantes del gabinete de seguridad, encabezados por los titulares de Marina, Sedena, Guardia Nacional y Seguridad Pública se reunieron de inmediato, dieron seguimiento al asunto y tomaron decisiones que yo respaldé, indicó AMLO, en su conferencia matutina desde Oaxaca.
Los titulares se reunieron y se tomaron decisiones que yo respaldo porque estaban en riesgo muchas personas, muchos ciudadanos y se decidió proteger la vida de muchos ciudadanos.
No se trata de masacres. Ya eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas. Ellos tomaron esa decisión y yo la respaldé, justificó.
se trató de un operativo que llevó a cabo el Ejército, a partir de una orden de aprehensión de un presunto delincuente, manifestó el mandatario, quien insistió en que su gobierno ahora tiene que enfrentar dos mafias: la delincuencia de cuello blanco y la delincuencia organizada.
No quiso precisar si alguien en particular tomó la decisión de liberar al hijo de El Chapo Guzmán. Fue, expresó, el gabinete de seguridad en su conjunto.
A cerca de si su gobierno mostró debilidad, dijo que es una conjetura de los expertos, sobre todo de nuestros adversarios.
Defendió que él encabeza un gobierno de civilidad que busca la paz, aunque cuesta mucho que se entienda.
Negó que una organización como el Cartel de Sinaloa se vaya a fortalecer, tras un hecho como el de Culiacán, porque no tienen autoridad moral.