29 de marzo de 2024

La Feria: No hay atajos

Sr. López

Como sabe, tío Agustín y tía Pepa, eran los papás de Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda (era sensacional). Su hija, Tinita (Agustina le pusieron… muy creativos los tíos), hermana mayor del terrorífico, era su exacto opuesto, obediente, bien portada, disciplinada en la escuela y titulada con mención honorífica en la UNAM. Ante cada guarrada de Pepe, Tinita decía que a sus papás les faltaba mano firme y seso, para meter en cintura a su hermano, que ¡nomás faltaba que un mocoso se le iba a trepar a ella a las barbas! Luego, Tinita tuvo tres hijos, dos niñas y un niño que salió idéntico a Pepe, en todo, física, sicológica y moralmente. Y decía Silvita: -Ahora entiendo a mis papás, con uno así, ¡nomás no se puede! –no es lo mismo hablar de toros que capotearlos.
Ayer, el Presidente electo de México, AMLO, se reunió casi dos horas en el ‘Museo Memoria y Tolerancia’, con los papás de los 43 desaparecidos normalistas de Ayotzinapa, que son 41, pues tristemente ya desde hace unos dos años la PGR envió los huesos calcinados que encontró al Instituto de Medicina Legal de la Universidad Médica de Innsbruck (IMG), Austria, donde identificaron por su ADN los restos de Alexander Mora Venancio y Joshivani Guerrero de la Cruz. Es igual de grave y trágico, sean 43, 41 o uno.
Misael Zavala y Mariluz Roldán, reporteros de El Universal, informaron (no es cita textual), que el Presidente electo de México acordó con los padres de los desaparecidos, emitir el mismo 1 de diciembre próximo, cuando asuma el cargo, el decreto de creación de la Comisión de Investigación para la Verdad y la Justicia (con o sin sentencia del Poder Judicial); y que en ésta, podrán participar los organismos internacionales GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes), y CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos).
El Presidente electo de México, declaró: “Dije que no debemos de temer si se conoce la verdad, las instituciones se fortalecen con la verdad, se debilitan con la mentira. No es cierto eso que si se investigaba y se llegaba a la verdad se iban a debilitar, eso es falso, se debilitan cuando no se conoce la verdad. Se hará justicia y se van a fortalecer las instituciones, y se sepa dónde están los jóvenes y se castigue a los responsables”. Bien.
María Elena, mamá de uno de los desaparecidos, declaró a los medios que esos acuerdos dan una “luz de esperanza para los padres de los normalistas”; Epifanio, uno de los papás, declaró: “Es un día emblemático para todos los padres. Estamos esperando a nuestros hijos con ansias de abrazarlos y besarlos y decirles te quiero hijo”.
Se parte el alma. Esa gente ya no puede sufrir más. Ahora, renacida la esperanza, esperan a sus hijos para abrazarlos y besarlos y decirles “te quiero hijo”. Se parte el alma.
Si AMLO es quien es, debe saber desde ayer que este es su principal compromiso con México. Son de muy amplio espectro las responsabilidades, propósitos y promesas, del próximo Presidente de México, pero nada se parece a esto. A esa gente, cuando menos a esos, hay que cumplirles: que se sepa la verdad y que se castigue a los responsables, palabras de él, que tuvo el tino de no repetir lo del “perdón, sí; olvido, no”. No señor: hay cosas imperdonables.
Y por imperdonable que es esto, que se sepa la verdad, pero toda la verdad. Si se ha calumniado a las instituciones y personas que hasta el momento han investigado el asunto, que se diga, igual si manipularon la investigación; si por intereses políticos se enredó el asunto, que se sepa; si el Presidente actual, en el más mínimo grado, influyó en desviar la averiguación, que se diga, que quede en el basurero de nuestra historia, pero, si se aprovechó esta bárbara tragedia para infamarlo, desacreditarlo y deshonrarlo, que se acepte, que se diga, que no haya nadie a quien se deje de hacer justicia.
El Presidente electo de México se responsabilizó: “Se hará justicia y se van a fortalecer las instituciones (…)”. Correcto, pero justicia pareja, sin sesgos, a todos, incluyendo a los que mandaron a esos muchachos a “secuestrar” autobuses, a los responsables de esa Normal que escurren el bulto diciendo que ellos no saben nada; a los varios choferes que estuvieron “retenidos” varias semanas dentro de la Normal (no, secuestrados no), según reportaje de la AP (Associated Press), del 29 de noviembre de 2014… ¡ah! y que no vayan a soltar a ninguno de los asesinos o sus cómplices por faltas al debido proceso, que lo repongan, que enchiqueren al que no averiguó bien o torturó a algún acusado, pero a los criminales que no los suelten por apego infame a la letra de la ley.
Tiene que apurarse mucho el equipo del Presidente electo de México, porque el decreto que debe emitir el 1 de diciembre es inconstitucional (la Comisión no puede investigar sin que la encabece la Fiscalía). Que le busquen cómo… pero que no digan que sí se vale, que AMLO sabe bien que no, que por eso, siendo jefe de Gobierno del Distrito Federal, promovió el 5 de marzo de 2001, la Controversia Constitucional 5/2001, contra un decreto presidencial alegando que contravenía la Constitución (Novena Época Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta 7341; Pleno; Tomo XIV, Septiembre de 2001, página 882).
La tragedia de Ayotzinapa es atroz; igual los 37 mil desaparecidos registrados al 10 de julio pasado, aunque algunos no lo sean y estén en los EUA sin ponerse en contacto con los suyos acá… pero siguen siendo decenas de miles de familias que se beben su llanto a diario sin comisiones especiales ni organismos internacionales mandando expertos para auxiliarlos, sin que la autoridad mande muestras de osamentas a Innsbruck. ¡Lo que espera a nuestro próximo Presidente!… a menos que hasta entre desaparecidos haya clases.
Lo que ya deben calcular los del próximo gobierno es que con Comisión de la Verdad, con y sin decreto, a AMLO le toca cargar a partir del 1 de diciembre con la responsabilidad que ya asumió. Y en esta brecha no hay atajos.

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