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Sobre estos asuntos (el conflicto entre habitantes de los municipios de Aldama y Chenalhó, en Chiapas) es pertinente hacer un llamado a todos los que intervienen en este conflicto y en otros.
Así lo expresó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia mañanera, en la que el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, hizo un recuento de las acciones que llevan a cabo en la zona para intentar lograr una pacificación, tras más de 40 años de agresiones.
que se unan, se vean como hermanos, que no haya motivo para la confrontación, para el odio.
Las autoridades constitucionales, tradicionales, los dirigentes agrarios, los asesores de las organizaciones sociales no gubernamentales, de defensa de los derechos humanos, tienen que ayudar para conseguir la paz.
Lo decíamos en el caso de Tila, agregó AMLO, es el enfrentamiento entre el mismo pueblo. No estamos hablando de un enfrentamiento de gente humilde y pobre contra caciques.
Aquí, sobre el caso Aldama y Chenalhó, estamos hablando de un conflicto de 50 hectáreas y cuántos muertos.
Que todos ayudemos a la conciliación. Y en Chiapas, decía yo, hay buenos ejemplos, en donde conviven en armonía católicos y evangélicos y se respetan. No puede ser de buenos y malos.
