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El presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, negó que los encapuchados que causaron destrozos en la Ciudad de México, en el marco de la marcha de los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos, sean anarquistas o de izquierda, sino una derivación más del conservadurismo.
En su conferencia mañanera, consideró que se trata de provocadores que solamente afectan una protesta legítima de los familiares de los estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, hace cinco años.
Dijo que la investigación la tiene que hacer el gobierno de la Ciudad de México y lo que nos corresponda a nosotros lo asumimos, pero se tiene que actuar con prudencia para no caer en provocaciones.
Expresó que hay quienes gritan como pregoneros que hay que usar la mano dura; sin embargo, él considera que debe de hacerse valer la legalidad. Tiene que respetarse la ley, pero sin usar la fuerza, porque por eso son provocadores.
Imagínense, 100 o 50 que nos tienen aquí hablando del tema. Logran su propósito, pero si se reprime no se les hace, como se dice coloquialmente el caldo gordo. Mejor vamos a hablar de otras cosas mejor.
Decirle a los que participan en estos actos que se portan mal, muy mal, que no tienen respaldo de los ciudadanos. Que no son de izquierda, son conservadores. Perjudican al movimiento legítimo, justo de los familiares de los jóvenes que quieren encontrar a los estudiantes desaparecidos, porque ni participan en la manifestación, van en paralelo, destruyendo.
El Presidente de México consideró que los padres de familia, los que organizan la manifestación están hablando de no a la violencia y manchan movimientos justos que tienen toda la justificación.
