19 de marzo de 2024

Otros datos : La Feria

Sr. López

La alegre tía Elo (Eloína), era la más visible de las de Autlán, con su 1.75 de estatura y las restantes medidas en la proporción justa para provocar motines en el seminario conciliar; la cara de Greta Garbo (con ojos verdes), la voz de plata (cantaba precioso) y calzones de papel volando; característica esta última que explicaba su fama en el pueblo. Por cosas de la agitada vida se cambió a México y algo hizo allá en la capital (una fiestecita que duró tres días, a la que asistieron varios políticos y un obispo), que mereció un escandaloso llamado en la primera plana de un diario vespertino de la época, con su nombre completo por instrucciones precisas de la señora que pagó la nota, esposa del señor que pagó la fiesta (y mantenía a la Elo). Este su menda casi niño, oyó a la abuela Elena decirle blandiendo el periódico: -“Vas de mal en peor, Eloína” –y ella con esa su sonrisa que era un faro, le respondió: -“¡No! voy progresando, antes bailaba en boca de los del pueblo, ahora soy noticia nacional”. Cada quien.

Nota de prensa internacional: de acuerdo al informe Panorama de la Salud 2021 de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), al cierre del primer semestre de este año, México está en el segundo lugar mundial de muertes en exceso, con 574 mil 527 defunciones (el gobierno acepta 509,932… da lo mismo), lo que nos deja solo debajo de los EUA que suman 846 mil 949 muertes (pero comparando el total de fiambres según la población de ambos países, México proporcionalmente tiene poco más del doble de muertes en exceso, respecto de los EUA).

El informe incluye el exceso muertes por todas las causas, comparado con el promedio de 2015 a 2019. En México el número de defunciones aumentó el 55.8%, lo que es una barbaridad que magnifica el hecho de que el tercer lugar, Colombia, sumó el 38% (siguen, Chile, 26%; Polonia, 22%; y República Eslovaca, 21%).

El exceso de muertes por todas las causas incluye a todos los que fallecieron de otros padecimientos y que debido a la emergencia del Covid-19 los hospitales no pudieron atenderlos. Mal asunto.

Pero es peor que la OCDE reporte que la tasa de vacunación contra el virus en México, equivale según reportes oficiales al 47% de la población, frente al 65% promedio de los países que forman la OCDE. ¡Chispas! (por no poner una palabrota).

Así las cosas, el reporte oficial de muertes por Covid-19 que publicó ayer la prensa nacional, llegó a 292,471 fiambres. Pero es el número de personas muertas en los hospitales del gobierno, no el número real total de muertes “asociadas al Covid19”, que a la semana 40 de este año, fin de octubre, llegaron según el informe del portal del mismo gobierno (https://coronavirus.gob.mx/exceso-de-mortalidad-en-mexico/
Exceso de Mortalidad en México – Coronavirus

Bases de datos del boletín estadístico sobre el exceso de mortalidad en México. Descarga la base de datos abiertos. Enlaces
coronavirus.gob.mx
), a 436,935… y no se le pase que estamos comparando el reporte oficial al 21 de noviembre con la estadística del propio gobierno al fin de octubre. Como sea, la cifra que el gobierno proporciona para ser publicada en prensa, es cuando menos un 33% menor. A esa semana número 40 los fallecidos por Covid-19 son casi cuatro estadios Azteca llenos, para que le calcule.

Igual el Presidente se llevó a placear en Washington al tal López Gatell, responsable directo de los resultados de la pandemia en México, cosa que el Ejecutivo explicó con sus razones, muy de él, agregando: “¡Tengan para que aprendan!” (no, si ya aprendimos, con esa montaña de cadáveres, le aseguro señor Presidente, que ya aprendimos).

Parece no afectar nada el ánimo de nuestras autoridades que esto sea ya noticia en la prensa extranjera. Tal vez también a ella iba dirigido el presidencial ¡tengan para que aprendan! Cada quien.

Por otro lado, ayer informó la secretaria de Seguridad Pública federal, Rosa Icela Rodríguez, que el número de asesinatos dolosos en los primeros 10 meses de 2021, registró una disminución de 3.9%. Ha de ser, uno quién es para ponerlo en duda, pero lo que no dijo doña Rodríguez, es que la suma de homicidios dolosos en la primera mitad del sexenio, con sus números, no con los del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que son más altos, con los suyos de ella, ya rebasa los 103 mil muertos… cuando en el mismo periodo, en tiempos de Calderón, fueron 39,672 y en el de Peña Peñita Pena, llegó a 62,145. Todo un récord para quien sostiene que la ruta es la correcta, que los “abrazos, no balazos”, va a enternecer a los malos de malolandia y que los programas sociales que regalan dinero a todo público, le van a robar personal a los delincuentes organizados. Casi tres veces los fiambres de Calderón, 65% más que con Peña Nieto.

Ayer, el diario yanqui The Washington Post (WP), publicó: “Ante la violencia récord en México no hay estrategia, acciones ni responsables”. Grave. Menciona la nota de opinión (¿editorial?): “La declaración conjunta de la Cumbre de Líderes de América del Norte, que ocurrió el jueves pasado, alerta que en la región existe ‘una epidemia de salud pública por violencia armada’”. Y bueno, no se necesita ser un analista de talla internacional para entender a quién se dirige la pedrada, a México con casi 100 asesinatos diarios.

Añade el WP: “Hasta el momento no están claras las estrategias ni las acciones para combatir el problema. Tampoco están claros los responsables, salvo uno: el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ha prometido en diversas ocasiones y desde la campaña electoral de 2018, que habrá resultados, pero los niveles de violencia han escalado a máximos históricos”.

Esa nota de prensa revela muy mala intención (leche), pues dice: “Que el combate a la delincuencia es un fracaso estrepitoso ya lo sabemos todos, solo falta que el Presidente se dé cuenta y quiera rectificar el camino. No habrá manera de que haya una mejoría si el tema no le interesa al Presidente, pues sin su aprobación el gobierno en general no mueve un dedo. Ojalá lo entienda antes de que sea demasiado tarde”. Metiches y claridosos. Ya les responderá ya sabe quién con otros datos.

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