19 de marzo de 2024

Pez diablo, una opción para el consumo humano

GMx

El hypostomus plecostomus mejor conocido como pez diablo, se ha convertido en una amenaza para especies comerciales y endémicas en algunas regiones del estado de Chiapas, provocando pérdidas millonarias para los pescadores, que al día recuperan hasta una tonelada de esta especie.

Incluso la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), lo clasifica como una especia exótica invasora, sin embargo, no se ha informado lo suficiente del daño que causa, informó Yanira Catalina Domínguez del proyecto «Kay» en esta entidad, que busca fomentar el consumo humano de esta especie como alternativa a la sobre población.

Esta especie, pese a tener un fuerte rechazo por las comunidades es muy nutritiva y se puede aprovechar para consumo humano, derribando los mitos de quienes le temen pensando incluso que pueden envenenarse.

La Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) señala al pez diablo como una especie rica en grasas, donde el 87 de estas son ácidos grasos Omega3, que son beneficiosos en problemas cardiacos, ayuda a bajar triglicéridos, combate problemas de piel y estimula el sistema inmune, puntos que deben resaltarse para fomentar su consumo.

Su carne tiene una consistencia similar a la carne de res, con todas las cualidades para ser incluidas en la alimentación de cualquier persona, a costo bajo similar al de la mojarra y la tilapia, pero con mayor valor y sabor, similar incluso al del salmón.

Este pez existe en 22 estados de la República, los programas actuales se han orientado a la destrucción de esta especie, lo que resulta pesado porque en algunos lugares se saca hasta una tonelada diaria, lo que representa una actividad que no remunera en ningún sentido, además de un desperdicio con relación al valor nutrimental del pez.

El problema también refiere a la cadena de comercialización inconclusa, como en el caso de Catazajá, en donde hay existencia del pez, pero que por su lejanía no existen los recursos ni medios para lograr la venta, además de que las personas que llegan a comprar no lo adquieren porque aún no tiene un valor comercial difundido.

Invitó a la ciudadanía y dueños de establecimientos de alimentos a interesarse en esta especie, y colaborar con la construcción de la cadena comercial que beneficia a pescadores, y reduce a estos peces que reducen la producción de otras especies.

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