29 de marzo de 2024

Sí a crecer proveeduría de insumos en el T-MEC, pero sin “camisas de fuerza”

GMx

Las comisiones de Relaciones Exteriores; Economía; Puntos Constitucionales, y de Relaciones Exteriores América del Norte, iniciaron el proceso de análisis y posible ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y se declararon en sesión permanente.

A esta reunión de trabajo acudieron la subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora, y Jesús Mario Chacón Carrillo, director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para exponer ante los senadores el contenido de ese instrumento comercial tripartita.

SE EVITÓ UNA CRISIS

El senador Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, destacó que el inicio del proceso de análisis del Tratado se da en un momento histórico y muy importante de la relación con Estados Unidos, “en el que hemos evitado una crisis que amenazaba con presentarse”.

Destacó que en caso de ser ratificado por los parlamentos de los tres países, habrá de determinar, en buena medida, el curso de la vida económica de la región de Norteamérica en los próximos años.

25 AÑOS DEL TRATADO

Al exponer el contenido del T-MEC, la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, señaló que tras 25 años del Tratado de Libre Comercio, se creó una zona de intercambio comercial que representa poco más de 11 por ciento del comercio global, el 25 por ciento de Producto Interno Bruto mundial, que comprende a alrededor de 500 millones de personas.

Señaló que la revisión de dicho tratado comprende su renegociación, modernización y adecuación a las realidades del siglo XXI, como una forma de seguir impulsando a la economía mexicana. Además, busca dar certidumbre, previsibilidad y una mejor participación de México en el comercio.

El T-MEC está integrado por 34 capítulos, de los cuales 10 son de nueva creación y los restantes fueron modernizados. Se introdujo: aduanas y facilitación del comercio; anexos sectoriales; comercio digital; laboral; medio ambiente; pequeñas y medianas empresas; competitividad; anticorrupción; buenas prácticas regulatorias; y política macroeconómica.

Explicó que una de las áreas más importantes modernizadas fueron las reglas de origen como medida para aumentar la proveeduría de insumos en la región y buscar inversiones en la zona, pero sin que éstas sean “camisas de fuerza”. Los sectores que se incluyen en estas actualizaciones, dijo, están los productos químicos, automotrices, televisiones, manufactura eléctrica, fibra óptica, titanio y acero.

La funcionaria señaló que el sector automotriz y de autopartes, tuvo cambios profundos, especialmente en lo referente a la producción en Estados Unidos, pero se buscó asegurar la participación de la industria establecida en México, de vehículos y camiones.

Por primera vez, señaló De la Mora, se reconoce a la pequeña y mediana empresa como un sector esencial para fortalecer las cadenas globales de valor y la participación de todos los actores comerciales.

La subsecretaria dijo que en el capítulo de anticorrupción se establece la forma en la que se van a conducir los negocios vinculados a la legalidad a nivel de gobierno, empresas e intergubernamental. Previene actos de corrupción y penaliza aquellos que se detecten y estén vinculados al comercio y la inversión. En este capítulo se establecen las obligaciones para el sector público y privado, subrayó.

Otro de los logros a los que se llegó durante la renegociación, precisó es la creación de un Comité de Buenas Prácticas Regulatorias para que se fomente la competitividad regulatoria y se promueva la cooperación regulatoria entre las partes.

MÉXICO NO PUEDE ESTAR AISLADO

En su turno, Jesús Mario Chacón Carrillo, director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, coincidió en que se trata de un momento histórico,  oportunidad que debe aprovecharse para avanzar cuanto antes en este nuevo tratado.

Señaló que en el mundo actual, México no puede estar aislado. Tenemos que abrirnos y competir, y este acuerdo de vanguardia nos da las bases para una mejor competencia a nivel mundial, subrayó.

Destacó que los temas energético y laboral son dos puntos novedosos, en el T-MEC, donde se defendió la posición de México. El capítulo de energía contiene pronunciamientos sobre la protección de la soberanía nacional en materia de hidrocarburos y deja muy claras las facultades del Estado mexicano, explicó.

El funcionario expuso que el este nuevo Tratado contiene varios componentes de la agenda social como  la parte laboral, ambiental, la lucha contra la corrupción, el apoyo a las Pymes y la identidad cultural.

CRUCIAL APROBAR EL TRATADO

El presidente de la Comisión de Economía, senador Gustavo Madero Muñoz, dijo que dadas las amenazas de imposición unilateral de aranceles progresivos a productos mexicanos por parte de Estados Unidos, es crucial aprobar el Tratado, a fin de dar certidumbre en el corto, mediano y largo plazos, a la economía, la política, el comercio y el empleo.

“Esos arrebatos”, dijo, son antitéticos a lo plasmado en el acuerdo trilateral. Acudir a medidas “intempestivas y unilaterales” contradice el espíritu del Tratado, reiteró. Al inicio de la reunión con los funcionarios, el senador subrayó que México dará el primer paso para la revisión y ratificación del documento.

CENTRARNOS EN ASIGNATURAS PENDIENTES: ERA

A su vez, el senador Oscar Ramírez Aguilar, del Grupo Parlamentario de Morena, indicó que el Tratado tiene una resonancia importante porque regula cada una de las actividades comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá.

Señaló que en esta primera reunión con funcionarios de las secretarías de Economía y Relaciones Exteriores, se analizarán los 34 capítulos que contiene el instrumento. Debemos centrarnos, dijo, en beneficios y asignaturas pendientes que han quedado en este nuevo T-MEC.

INSTRUMENTO INCLUYENTE

La senadora del Grupo Parlamentario de Acción Nacional, Gina Andrea Cruz Blackledge, afirmó que este instrumento comercial es una oportunidad privilegiada para ratificar la vocación de México como país abierto al mundo: plural, incluyente, diverso, con fuertes intercambios comerciales y lazos diplomáticos sólidos.

“Un Tratado de esta naturaleza, que comprende una región compleja y dinámica, exigirá, sin duda, el desarrollo de capacidades institucionales, adecuaciones al marco jurídico y fortalecimiento de la infraestructura, como es el caso de las aduanas” abundó.

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