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Miles de taxistas desquiciaron el tránsito de la Ciudad de México este inicio de semana, en rechazo al uso de las aplicaciones Uber, Cabify y Didi, que se han vuelto muy populares.
Los inconformes marcharon por varias avenidas de la capital del país y se apostaron en el Zócalo de la Ciudad de México durante varias horas, en demanda de un piso parejo.
Los taxistas, con sus unidades rosa, denunciaron que ellos y sus patrones tienen que pagar impuestos, contrario a los servicios que se contratan mediante aplicaciones telefónicas.
Tras una reunión en Secretaría de Gobernación y luego de cinco horas, los hombres del volante se retiraron, no sin antes incurrir en presuntas agresiones a un conductor de Uber.
Uno de los taxistas encaró a la jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum, a quien reclamó estar actuando como los partidos de derecha.
En redes sociales, hubo una serie de señalamientos contra el mal servicio que prestan los taxistas.
