23 de abril de 2024

Wei Zheng: José Antonio Molina Farro

Un hermano es todos los hermanos. Necesitamos poder ver un poco para poder aprender mucho.

El 25 de noviembre de 2018, el prestigioso politólogo Juan Carlos Cal y Mayor, publicó un texto de indiscutible vigencia hoy día, a propósito de las expectativas sobre la integración del futuro gabinete de Rutilio Escandón Cadenas. Refería el “estilo personal de gobernar”, en alusión al libro del maestro Daniel Cosío Villegas, y en un nutrido intercambio de reflexiones con quien esto escribe, hablamos sobre el dictum “Tu personal es la cara de tus principios”. Ahí está el rostro visible del respeto a los electores y la eficacia de las políticas públicas. Juan Carlos era un torrente de ideas muy articuladas. Escribió respecto de gobernantes en diferentes tiempos: “Por más bien intencionado que sea un gobernante, las personas que elija pueden dar al traste con todos sus buenos propósitos. La política chiapaneca se ha caracterizado por la afamada ‘burbuja’, que se concreta a un reducido grupo de personas de aparente confianza que opinan y orientan sobre muchas de las decisiones importantes. La experiencia no ha sido grata. Los integrantes de esa ‘burbuja’ se han encargado de elogiar y no señalar, de ocultar y alejar al mandatario en turno de la percepción de la opinión pública para endulzar sus oídos. En muchos casos no han sido leales, mucho menos honestos. Por el contrario, marean al gobernante para actuar a sus anchas”.

Nos remite a la dinastía Tang (618-907), considerada como la época dorada del gigante asiático. Tang Taizong fue uno de los gobernantes más importantes de la historia, junto con Augusto, Genghis Kan y Napoleón. Tang tenía como uno de sus principales ministros a Wei Zheng, quien clasificó a los gobernantes en seis categorías:

“Aquellos que son lo bastante clarividentes para percibir las señales de los próximos acontecimientos y emprenden acciones preventivas para proteger al emperador antes de que surja algún problema”.

“Aquellos que dan buenos consejos al emperador con los ejemplos de los reyes sabios de la historia y le recomiendan hombres que merecen la pena”.

“Aquellos que son perspicaces, que son capaces de remediar los errores del gobernante y convertir los inconvenientes en ventajas”.

“Aquellos que apoyan las leyes, no aceptan sobornos ni buscan ganar mucho dinero, y llevan una vida sencilla y frugal”.

“Aquellos que no alaban al gobernante y tienen el valor de señalarle sus errores”.

También clasificó a los funcionarios perniciosos en seis tipos:

“Aquellos que no se esfuerzan, que solo piensan en el poder y las riquezas y que no tienen principios”

“Aquellos que siempre dicen sí al gobernante, que intentan complacerlo por cualquier medio y asienten incluso cuando se equivoca”.

“Aquellos que son hipócritas, que tienen celos de los inteligentes, y que utilizan tretas para manipular al gobernante para que sea injusto con sus ayudantes”.

“Aquellos que son lo suficientemente listos para ocultar sus errores, lo bastante elocuentes para ganarse el favor de los demás y crear a propósito confusión en la corte”.

“Aquellos que abusan de su posición para satisfacer intereses egoístas y que intentan llenarse los bolsillos en nombre del emperador”.

“Aquellos que emplean palabras zafias para engañar al gobernante, que confunden el bien y el mal para desorientarlo y que provocan su mala fama”.

Juan Carlos prosigue. “Hoy más que nunca existe el escrutinio de la opinión pública. Difícil congraciar a todos. Rutilio Escandón llega sin mayores compromisos. Heredará una situación financiera y una conflictiva situación social que pondrá a prueba su talante. Tendrá el respaldo del Presidente. Confiemos en que estará a la altura de los retos que habrá de enfrentar”. Hasta aquí la cita. Tengo para mí que los próximos tres años serán de consolidación de lo logrado y metas por cumplir de acuerdo al Plan Estatal de Desarrollo. También serán oportunidad para corregir, sin dilaciones, lo que haya que corregir. Falta camino por andar. Aún hay tiempo para avanzar en la construcción de un futuro de dignidad para todos. Ya lo decía el maestro Jesús Reyes Heroles, “Quien busca complacer a todos, acaba por gobernar a nadie”.

Gabriel Boric. El periódico Reforma reseña que “el ahora presidente electo ha sido crítico de la violación de derechos humanos en Venezuela, Cuba y Nicaragua…En un texto que publicó hace tres años, el entonces diputado fue tajante al afirmar: “No podemos permitirnos continuar con el doble estándar en esta materia, ni escudarnos en el principio de autodeterminación de los pueblos para justificar violaciones a los derechos humanos de esos mismos pueblos”. Preocupa a críticos de buena fe, que Boric está conformando un equipo de jóvenes inexpertos. Convencido como estoy, de la meritocracia y que las posiciones deben ocuparlas los mejor dotados para los puestos, me quedo con una frase de mi entrañable amigo Javier López Moreno, “No hay que incorporar necesariamente a quienes más saben sino a quienes más rápido aprenden”.

 

 

 

 

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