Aunque la violencia no distingue edad ni género, es perpetrada predominantemente por hombres. De acuerdo con un estudio sobre homicidio realizado a nivel mundial por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNOCD), publicado en 2014, cerca del 95% de los homicidas son del género masculino.
La misma investigación señala que mientras los hombres son asesinados por alguien que ni si quiera conocen, la mayoría de las mujeres víctimas son agredidas hasta la muerte por las personas más cercanas a ellas.
Un ejemplo claro es el caso de Geraldine Mellor, una joven de 32 años que fue asesinada a manos de su pareja Darrel Rose, un británico de 36, luego de un arranque de ira el pasado enero en la ciudad de Exeter, capital del condado de Devon.
Luego de que el cuerpo de ella fuera encontrado en su departamento, la Fiscalía inició una investigación y Rose fue arrestado y acusado de asesinato.
Aunque las pruebas eran claras, el hombre argumentó que su reacción fue en defensa propia y alegó que su compañera sentimental lo había golpeado en la cara con el casco de una motocicleta.
Durante el juicio, que se prolongó durante más de dos semanas, el jurado rechazó la versión del acusado, lo declaró culpable este miércoles y lo sentenció a cadena perpetua. Rose deberá pasar un mínimo de 15 años en prisión antes de que se considere su liberación, según ha informado la Policía de Devon.
La deliberación fue sustentada con imágenes de una cámara de seguridad de la residencia de la pareja en las que se ve que ambos discuten y luego el hombre abandona la casa minutos después del asesinato.
Asimismo, el reporte forense describe que la víctima sufrió hematomas y golpes en los brazos, y su cuello presentaba fracturas provocadas por una «estrangulación manual».
De acuerdo con la Físcalia, el acusado atacó a Mellor porque ella quería terminar la relación.
Vía Excélsior
